HECHIZOS MENTALES: DESHAZTE DE LAS CREENCIAS QUE TE DETIENEN
- Jorge Vargas
- 24 oct 2024
- 4 Min. de lectura
¿Qué es lo que te cuentas de ti mismo?
En la vida, nos contamos historias sobre quiénes somos. Estas historias muchas veces están llenas de lo que podríamos llamar "hechizos": frases que repetimos y que terminan por definirnos, aunque no siempre de manera positiva. Son esas etiquetas que nos ponemos: “soy tímido”, “soy perezosa”, “soy torpe”, “soy malo para las matemáticas”. A fuerza de repetición, estas creencias limitantes se instalan en nuestra mente y parecen inamovibles.
Veamos un ejemplo para reconocer cómo funciona este ciclo:
Imagina que durante toda tu vida escolar te has repetido que eres malo en matemáticas. Llegas a la universidad y enfrentas una materia relacionada con esta área. Entonces se activa el siguiente ciclo:
Te dices a ti mismo: "Yo soy malo en matemáticas, siempre he sido así".
Te enfrentas a una tarea matemática y decides intentarlo: "Esta vez creo que puedo hacerlo".
Después de 15 minutos de esfuerzo, te sientes frustrado y piensas: "No lo puedo hacer".
Entonces te preguntas: "¿Por qué no puedo hacerlo?"
Y la respuesta automática que surge es: "Porque soy malo en matemáticas, siempre he sido así".
Así, el ciclo se repite una y otra vez, reforzando el "hechizo" de que no eres bueno en matemáticas.
Este es solo un ejemplo, pero cada uno de nosotros puede tener un ciclo similar con cualquier “hechizo” que nos detenga: "soy tímido", "soy perezoso", "soy tosco", "soy inmadura". Estos hechizos, que a menudo comienzan en la infancia con comentarios de padres, maestros o amigos, nos limitan. También pueden surgir en la adolescencia cuando buscamos la aceptación de los demás, o incluso en la adultez, cuando evitamos tareas difíciles o incómodas.
Parecería que este ciclo de hechizos no tiene fin, y con el tiempo, podríamos incluso sumar nuevos hechizos a la lista. Sin embargo, la buena noticia es que estos hechizos pueden romperse. El primer paso es reconocerlos y luego tomar la decisión consciente de querer cambiarlos.
A continuación, te comparto algunas estrategias para romper estos hechizos:
1. Eliminar los “yo soy” y sustituirlos por frases más flexibles:
Los “yo soy” son afirmaciones muy potentes que pueden definir nuestra identidad. Sin embargo, cuando están cargados de negatividad, nos limitan. El primer paso para romper estos hechizos es reemplazar los "yo soy" rígidos por expresiones más abiertas. Por ejemplo, en lugar de decir “yo soy desorganizado”, puedes decir “hasta ahora había escogido ser desorganizado” o “solía tener dificultades para organizarme”. Esta reformulación no solo suaviza la rigidez de la afirmación, sino que también abre la posibilidad de que puedas cambiar.
Al usar frases como “yo solía clasificarme así”, das el primer paso para desvincularte de esa etiqueta y permites que tu cerebro considere nuevas formas de actuar. Es importante practicar estas nuevas afirmaciones diariamente, especialmente en momentos de desafío, hasta que se conviertan en parte natural de tu pensamiento.
2. Ponerse metas de conducta concretas:
Cambiar un hechizo requiere de acción. No basta con reconocerlo, también es fundamental establecer metas de conducta que te ayuden a modificar esos comportamientos que te han mantenido atrapado. Por ejemplo, si te consideras alguien que se enoja fácilmente, podrías establecer una meta como:
Identificar los desencadenantes del mal humor: Haz una pausa y pregúntate qué situaciones o comentarios son los que generalmente provocan tu enojo.
Respirar profundamente antes de reaccionar: En lugar de dejarte llevar por el impulso de la emoción, toma tres respiraciones profundas y conscientemente decide cómo responder.
Practicar la empatía: Intenta ponerte en el lugar de la otra persona y comprender su punto de vista. Esto te ayudará a ver la situación con más claridad y evitar una reacción impulsiva.
Las metas de conducta deben ser específicas y alcanzables.(Sobre objetivos SMART puedes leer el siguiente blog: https://www.jvargasmorla.com/post/objetivos-smart-qué-son-características-y-cómo-definirlos). A medida que avances, puedes registrar tu progreso y reflexionar sobre lo que te está funcionando y lo que no. Con el tiempo, te darás cuenta de que puedes controlar y cambiar los comportamientos que antes considerabas parte inamovible de tu personalidad.
3. Estar alerta a cómo te expresas:
Las palabras que usamos para describirnos tienen un gran poder sobre cómo nos sentimos y actuamos. Cuando te dices constantemente "yo soy así", estás reforzando una creencia limitante. Para cambiar esto, es importante estar alerta a las palabras que utilizas en tu diálogo interno y externo.
Detecta las frases limitantes: Escucha cómo hablas de ti mismo. Frases como “yo siempre soy impuntual” o “es que yo no puedo hacer eso” refuerzan los hechizos. Reemplázalas por expresiones más flexibles como “solía ser impuntual, pero ahora estoy mejorando mi organización”.
Usa el tiempo pasado: En lugar de definirte de manera fija, utiliza el tiempo pasado para referirte a comportamientos antiguos. Por ejemplo, cambia “no puedo evitar procrastinar” por “antes solía procrastinar, pero ahora estoy trabajando en ser más productivo”.(sobre procrastinación puedes leer el siguiente blog: https://www.jvargasmorla.com/post/procrastinación-cómo-superarla-y-ser-más-productivo)
Repite afirmaciones positivas: Crea nuevas afirmaciones que te permitan abrirte al cambio. Frases como “puedo aprender nuevas habilidades” o “tengo la capacidad de mejorar” son un gran comienzo para reprogramar tu mente.
Al cambiar la forma en que te expresas, no solo alteras tus pensamientos, sino también tus acciones. Con el tiempo, este cambio en el lenguaje te permitirá romper los hechizos que te han mantenido atrapado en un ciclo de creencias limitantes.
Conclusión:
Los “hechizos” que nos contamos sobre nosotros mismos pueden parecer inquebrantables, pero la verdad es que podemos romperlos con intención y práctica. Al reconocer estos patrones, eliminar los “yo soy” rígidos, establecer metas de conducta claras y estar atentos a nuestro lenguaje, abrimos la puerta para un cambio profundo y duradero. El proceso no es inmediato, pero con compromiso y perseverancia, puedes transformar tus creencias limitantes en nuevas historias de crecimiento y potencial. ¡El poder de cambiar está en tus manos!
Me encantaría saber qué opinas sobre este tema. ¿Qué “hechizos” has identificado en tu vida? ¿Cómo los has enfrentado o estás enfrentando? Comparte tus experiencias en los comentarios y cuéntanos cómo estás trabajando en tu cambio personal. Si te ha sido útil, no dudes en compartir este blog con tus amigos y conocidos para que ellos también puedan comenzar su proceso de transformación.






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